Barcelona Events Musicales, la empresa organizadora del Festival Cruïlla, será la nueva gestora de El Molino con la complicidad de varios agentes musicales de la ciudad durante los próximos cuatro años, con la posibilidad de alargarlo año a año hasta un máximo de ocho. El proyecto de la adjudicataria, está planteado con el objetivo de convertir la mítica sala «en un espacio de referencia para las músicas minoritarias» de Barcelona «con una especial preferencia por las músicas de raíz, la canción de autor, el jazz, el flamenco y la rumba catalana«. El proyecto Barcelona Events Musicales destaca que se quiere “recuperar la antigua fuerza y reconocimiento del Molino para proyectarlo de nuevo como una gran equipación de la ciudad y también internacionalmente”.
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha destacado la importancia de la reapertura de una equipación emblemática como El Molino, muy relevante desde una perspectiva histórica y cultural: “Estamos cumpliendo también en el ámbito cultural”, ha afirmado, «y la adjudicación del Molino permite avanzar en el compromiso de recuperar el mejor Paralelo como eje estratégico de la música y las artes escénicas de la ciudad, que en el futuro también contará con una pieza fundamental como el Teatro Arnau».
El proyecto explicita la voluntad de fomentar la colaboración y el trabajo en red tanto en el ámbito local como nacional, cuenta con un extenso apoyo del sector musical, con convenios de colaboración con entidades representativas de varios estilos musicales, como Barnasants, el Dorado, Carabutsi y la Asociación de Músicos de Jazz y también con las escuelas superiores de música de la ciudad, Taller de Músicos, El Conservatorio del Liceo, Esmuc y Jam Session. También cuenta con la colaboración de varias escuelas de formación en gestión musical y audiovisual, lo qué hace que esté conectado y situado con y en el entorno, con una fuerte conexión también a escala estatal e internacional.
Modelo de gestión
En cuanto al modelo de gestión, en que se pedía que el proyecto ofrezca usos alternativos para lograr el máximo rendimiento del espacio, la adjudicataria tiene el objetivo de ir incrementando la programación de forma progresiva, con el horizonte final de acabar ocupando todos los días de la semana, con diferentes pases en la sala principal y ofreciendo un amplio abanico de actividades en otros espacios como la sala de ensayo, el club con terraza o la sala del altillo. Además, la programación cuenta con actividades vinculadas a la comedia, el teatro o la danza, así como jam sesiones, open mic, music talks, presentaciones de festivales o ensayos de artistas, que ayudarán a la diversificación de públicos, ofreciendo una representación de la variedad artística de la ciudad.
En referencia a la gestión gastronómica, el proyecto se ha planteado con la colaboración del equipo de Florería Atlántico, recogiendo en la propuesta la idiosincrasia del Paral·lel y su entorno. Aun así, la propuesta gastronómica estará sometida al ritmo que marque la programación artística, estableciendo una relación entre el hecho artístico y la gastronomía. El proyecto también mujer importancia a la coctelería de autor, con cócteles inspirados en la historia de El Molino, y los artistas que han actuado al Paralelo y en toda la ciudad.
En cuanto a la dimensión pedagógica, el proyecto educativo, en colaboración con varias escuelas, propone talleres de formación, masterclass, participación de alumnado con bandas que actúen a la equipación, colaboración con escuelas de artes y oficios, visitas escolares, etc.




