Lo Parque de atracciones del Tibidabo reabre las puertas el 4 de marzo y lo hará con una gran novedad para celebrar los quince años de la Montaña Rusa. Según informa el Ayuntamiento, la principal atracción del parque incorporará un viaje inmersivo con ojeras de realidad virtual que irá desde el espacio hasta el fondo del mar. Este será uno de los principales incentivos de una atracción diseñada para personas atrevidas que quieren ir a 80 km/h a 500 metros sobre el nivel del mar.
No será el único espacio que contará con realidad virtual. El histórico Edificio Cielo, construido durante los años veinte, también incorpora una experiencia inmersiva «única», según el consistorio. El Tibidabo todavía incorpora dos novedades más; el parque renueva la imagen del Diavolo, el Carrusel y la atracción infantil de la Rana. Por otro lado, el parque también amplía la oferta educativa del Tibidabo, que esta temporada incorpora una nueva actividad dirigida al alumnado de entre 1º y 4º de educación primaria.
Un parque sin mucha competencia
El Tibidabo se ha quedado sin mucha competencia. Y eso que en 1962, el empresario venezolano José Antonio Borges Villega propuso en el ayuntamiento franquista de Josep Maria Porcioles la puesta en marcha de un parque temático en Barcelona, justamente en el mismo terreno donde había habido lo Maricel Park, inaugurado el 1930 y cerrado seis años después al estallar la Guerra Civil. El parque de atracciones de Montjuic abriría sus puertas el 1966 con 41 atracciones, la mayoría procedentes del parque venezolano Coney Island, restaurantes, un escenario con aforo para 6.000 personas, la discoteca Lord Black y una noria espectacular.
El Ayuntamiento de Barcelona explica en su web que en 1994 se cerró el ejercicio económico con doce millones de pesetas de pérdidas y una afluencia inferior al millón de visitantes. Así, entre el parque del Tibidabo y la apertura de Port Aventura un año después de aquel desastre económico, acabaron con el parque de Montjuic.
