Los paraguas han sido finalmente los grandes protagonistas de la cabalgata de Reyes en Barcelona. La lluvia que ha irrumpido con fuerza solo unos minutos después del inicio del tradicional desfile por las calles del centro de la capital catalana no ha conseguido estropear una de las citas más esperadas del calendario sobre todo para los más pequeños de la casa, que no han querido perderse este viernes por la tarde la llegada de sus majestades a la ciudad.
Centenares de familias han aguantado estoicamente el aguacero a la espera del paso de la comitiva real. Enfundados en chaquetas impermeables o bien protegidos del agua gracias a los paraguas, muchos niños se han acercado a los diferentes puntos del recorrido de la cabalgata de este año para saludar a sus majestades y algunos incluso para hacerles llegar las últimas cartas con sus deseos para la esperada noche de Reyes. A diferencia otras poblaciones del territorio catalán como los municipios maresmencs de Cabrils o el Masnou, donde las precipitaciones han obligado a suspender al menos parte del desfile previsto inicialmente, sus majestades han podido completar la mayoría del recorrido de la cabalgata en la capital catalana llegando hasta los alrededores de la plaza de España, donde está previsto que concluya formalmente unos minutos después de las nueve de la noche.

La jornada maratoniana de los Reyes de Oriente ha arrancado a primera hora de la tarde, cuando han desembarcado en el espigón del Gas del Pailebot Santa Eulàlia, como marca la tradición, y se han dirigido hasta el Portal de la Pau, donde han sido recibidos por el alcalde Jaume Collboni. El líder socialista les ha ofrecido el pan y la sal, como símbolo de hospitalidad y bienvenida, y les ha entregado las llaves de la ciudad para que puedan entrar en todas las casas. También les ha pedido «la paz» en el mundo para proteger a los niños; que ayuden a «tener cuidado» del planeta y a hacer una ciudad «más justa y acogedora»; «más bonita y aseada» e inclusiva para las niñas y niños.

Pocos minutos después de las seis de la tarde ha arrancado la cabalgata, que ha tenido como punto de partida del recorrido la avenida de Marqués de l’Argentera. El séquito ha pasado después por la avenida del Paralelo, la ronda de Sant Pau, el Mercado de Sant Antoni y finalmente la calle de Sepúlveda, que les ha llevado hasta la plaza de España y la avenida de Reina Maria Cristina, donde culmina el desfile.

Dos carrozas nuevas presentadas
Entre las novedades que ha deparado la cabalgata de este año destacan las nuevas carrozas que han presidido los reyes Gaspar y Baltasar, que están inspiradas en los paisajes de sus lugares de origen. El vehículo de Gaspar -obra del artista Marc Salicrú- ha llevado una comparsa con varias figuras de camellos y el de Baltasar -una colaboración entre el constructor José Menchero y el artista plástico de origen senegalés Michel Doudou- abocaba a los paisajes africanos y ha ido acompañada de percusión en directo.



