El Sónar ha confirmado dos nuevas bajas importantes en el festival, que ya suma más de una treintena de cancelaciones por su vinculación con el fondo israelí KKR. Los últimos en anunciar que no participarán han sido la venezolana Arca y el francés Rone x (LA)HORDE, que presentaba un espectáculo con el Ballet Nacional de Marsella. En las últimas semanas, KKR —que es accionista de Superstruct Entertainment, propietaria del Sónar— ha estado envuelta en polémica porque tiene intereses en los asentamientos de colonos israelíes en territorio palestino. El festival ha asegurado que trabaja para suplir las bajas, la mayor parte de las cuales son del Sónar de Día.
Las noticias sobre los vínculos del fondo israelí con el Sónar han generado una gran polémica entre artistas y aficionados, pero también en el Ayuntamiento de Barcelona. De hecho, el consistorio ha dado marcha atrás y ha decidido no invitar a trabajadores municipales al festival, tal como había previsto. El pleno del Ayuntamiento acaba de romper relaciones con Israel por el genocidio en la Franja de Gaza y era incongruente mantener las invitaciones al festival en plena oleada de cancelaciones de artistas por sus vínculos con KKR.

El Sónar enfrenta la polémica
Los organizadores del Sónar han optado por enfrentar la polémica y han habilitado un espacio en su web para responder las principales preguntas que les han llegado sobre la guerra en Gaza y su vinculación con KKR. “Nuestra postura es clara e inequívoca: condenamos el genocidio sobre el pueblo palestino”, dicen los organizadores, que al mismo tiempo explican cómo la empresa israelí ha llegado a tener relación con el fondo. Superstruct Entertainment, empresa con más de 80 festivales en todo el mundo, compró el Sónar en 2018, pero en 2024, su principal inversor, Providence Equity Partners, decidió vender su participación a la matriz a un consorcio formado por 90 inversores, entre los cuales está KKR. “Fue una operación puramente financiera, en la cual no tuvimos ni intervención, ni voz, ni voto.
La organización también ha intentado tranquilizar a los aficionados garantizando que el dinero de las entradas o del festival no llega a KKR. “En ningún momento hemos enviado —ni enviaremos— un solo euro a KKR”, ya que todos los beneficios que genera se reinvierten en futuras ediciones. Una política que también sigue Superstruct Entertainment, que insiste en que “todos los ingresos y beneficios” de los eventos y festivales que organizan se quedan “íntegramente” en la empresa. También mantienen que la relación con KKR es “nula” y que con Superstruct tienen una relación administrativa, lo que les permite trabajar con “absoluta independencia”.
La Generalitat apoya a los artistas
La Generalitat se ha posicionado a favor de los artistas que han cancelado su participación en el Sónar y ha asegurado que “comparte el hecho de expresarse y limitar los ámbitos donde empresas de matriz israelí puedan actuar o sacar provecho”, según dijo este martes la portavoz del Gobierno, Sílvia Paneque. El ejecutivo de Salvador Illa considera que Israel ha “sobrepasado con mucho todo lo que es aceptable” y ha justificado cualquier tipo de protesta. “Hemos visto imágenes de niños y mujeres asediados por el hambre, y el Gobierno cree que debe haber muestras de rechazo a las líneas traspasadas”. Hace unos días, la Generalitat anunció el cierre de la oficina comercial de Acció en Tel Aviv como protesta por el genocidio de la Franja de Gaza.