Las tiendas que se encuentran en los bajos del edificio que ocupa el cine Comèdia, con marcas como Massimo Dutti y Guess, se enfrentan a un futuro incierto. Este viernes, el fondo Stoneweg compró el edificio del cine Comèdia, en el paseo de Gràcia con Gran Via, por unos 75 millones de euros para ubicar allí el Museo Thyssen.
Fuentes muy cercanas a las negociaciones han explicado al TOT Barcelona que la «principal dificultad» para llegar a un acuerdo entre Stoneweg y la propiedad hasta ahora del cine, la familia Pla i Planàs, ha sido el futuro de los locales comerciales. Antes de plantearse la venta del edificio, ambas partes negociaron un alquiler y se llegó a un preacuerdo. En ese momento, la propiedad quería mantener los establecimientos comerciales abiertos, pero Stoneweg no se pronunció al respecto. Con la venta del edificio, en un futuro inmediato deberá ser la nueva propiedad quien decida qué hacer con los locales comerciales.
Un contrato privado
Según los datos de que dispone este medio, lo que se firmó este viernes fue un contrato privado entre la familia Pla y Planàs y Stoneweg y no será hasta 2025 cuando se cierre la venta definitiva. Las fuentes consultadas insisten en el hecho de que las negociaciones no han sido fáciles.
Aparte de los 75 millones por la compra, la operación también implicará que Stoneweg deba invertir unos 35 millones más en la adecuación del edificio y el alquiler de la parte de la colección Thyssen que se exhibirá en el antiguo cine Comèdia. Fuentes cercanas al Museo Thyssen no descartan que una parte de las instalaciones mantenga los usos comerciales para rentabilizar la compraventa del inmueble.

Madrid ya dispone de un Museo Thyssen
La apertura del Museo Thyssen en el antiguo cine Comèdia podría ser una realidad en 2026 y hará que Barcelona se sume a las ciudades que ya cuentan con equipamientos museísticos Thyssen, como Madrid, Andorra y Málaga y, en un futuro próximo también habrá uno en Sant Feliu de Guíxols, con un coste total de 12 millones de euros.
El cine Comèdia está catalogado como bien cultural de interés local. El empresario y político Frederic Marcet encargó en 1887 al maestro de obras Tiberi Sabater i Carné el proyecto para hacer en el edificio -hasta entonces era el palacio de Llorenç Soler i Olivé, de 1869- su residencia. Las obras terminaron en 1890. La finca, incluso, contaba con unos jardines que, más adelante, desaparecieron ocupados por el cine y por el actual Hotel Avenida Palace que se encuentra en la Gran Via, detalla la Wikipedia. En 1935, el inmueble dio un giro. El empresario Josep Maria Padró encargó la construcción de un gran teatro. La reforma, que llevaron a cabo los arquitectos, Pere Domènech i Roura y Josep Rodríguez i Lloveras, se interrumpió por la Guerra Civil. Después del conflicto, se reanudaron y el Teatro de la Comedia se inauguró el 2 de abril de 1941, con 1.246 butacas. Como cine abrió en 1960, primero como sala única, siendo uno de los cines más importantes de la capital catalana. La última gran transformación se realizó a mediados de los años 90, cuando el cine se convirtió en un multicines, con cinco salas, muy de moda en aquella época.