El Ayuntamiento de Barcelona pagará un poco más de un millón de euros para expropiar el Antic Teatre, en el barrio de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera (Ciutat Vella) para garantizar su uso público. La Comisión de Gobierno de la semana pasada aprobó la dotación económica para hacer efectiva la compra forzosa del espacio, ubicado en la calle Verdaguer i Callís. Con esta inversión, el consistorio da un «paso decisivo para incorporar este espacio como nuevo equipamiento cultural de titularidad municipal, garantizando su continuidad y estabilidad como espacio dedicado a la creación y a las artes escénicas”.
Aunque el edificio donde se encuentra el Antic Teatre tiene seis plantas, la expropiación solo afecta a los espacios que acogen actividad cultural, como son la planta principal, el altillo, el patio y el edificio bajo de acceso. La Modificación del Plan General Metropolitano de 2023 calificó los espacios de equipamientos de carácter local y protección patrimonial, una “calificación no solo protege el edificio sino que asegura su uso público como centro cultural”, recuerdan desde el consistorio. Se trata de una operación tanto simbólica como práctica que se enmarca en la política municipal de los últimos años de recuperar equipamientos con un “alto valor patrimonial” como El Molino, el Teatre Arnau, la Sala Paral·lel 62 o el Club Capitol.

“La adquisición del espacio donde se ubica el Antic Teatre responde a una larga trayectoria de actividad cultural vinculada a este espacio singular, situado en uno de los barrios más antiguos y densos de la ciudad”, reivindica el Ayuntamiento. El Antic Teatre se ha convertido en un “referente” de las artes escénicas “independientes y de proximidad” de Barcelona. “La operación permite garantizar la continuidad de este legado cultural, preservar un espacio de creación fundamental para el tejido artístico barcelonés y consolidar el papel de la ciudad como impulsora de la cultura de base y del apoyo a la creación contemporánea”.

