Más de 3.000 millones de coches Hot Wheels corren por el mundo con sus ruedas calientes. En estantes de colección o en cajas de juguetes de niños y niñas. Son los coches en miniatura más famosos y rentables del mundo, nacidos en Estados Unidos en mayo de 1968 -también fueron una auténtica revolución- y bajo el paraguas de Mattel. Se producen 17 coches por segundo y se venden ocho cada segundo en el mundo. Un fenómeno imparable y sin competidores, que ha trascendido el mundo del juguete y la colección y tiene a su alrededor toda clase de complementos, series en Netflix, videojuegos y también una experiencia inmersiva irresistible para cualquier amante de Hot Wheels. Solo un dato: el 37% de estos coches, también de las colecciones prémium enfocadas a adultos, los compran mujeres. Y Barcelona acoge las ruedas calientes hasta el 10 de julio en el aparcamiento exterior de la Maquinista con la exposición inmersiva Hot Wheels experience.
La nostalgia, clave del éxito
«Barcelona está muy abierta a la innovación y sabemos que el consumidor de Barcelona se sumerge de lleno en las experiencias inmersivas y las vive. Para nosotros era muy importante tener presencia aquí, y la exposición está pensada para vivirla en familia o para adultos», apunta en conversación con el TOT Barcelona Ruth Henríquez, jefa de productos de consumo, editorial + LBE EMEA, Mattel, Inc. La clave del éxito, apunta, es que «la belleza de Mattel es que tiene muchos años de historia y eso nos permite trabajar la nostalgia, el sentido de que el consumidor conecta con la marca cuando revive momentos de su infancia y se imagina cuando estaba jugando. Y esta ilusión se transmite a los hijos y el resultado es una experiencia preciosa, en familia o con amigos».

Gracias a una decena de estaciones y actividades interactivas, el visitante vivirá una auténtica experiencia, apta para todos los públicos y con sorpresas tanto para las familias como para los coleccionistas. Un viaje que combina la creatividad, el juego, la nostalgia y la tecnología de vanguardia. Son 5.000 metros cuadrados para fans de todas las generaciones, que pueden recorrer un viaje nostálgico y a la vez educativo y divertido pasando por un centro de diseño, un museo inmersivo, una zona ‘gamer’ e incluso un karting para adultos y niños a partir de diez años. El viaje arranca con un vídeo de introducción en la sala de información, una inmersión en la historia y la cultura de la marca para calentar motores.

La siguiente estación presenta un museo inmersivo y una exposición donde los visitantes pueden disfrutar de las colecciones de Hot Wheels, incluyendo la historia de Hot Wheels, clásicos de la marca y los legendarios coches Hot Wheels a escala real.
Los más pequeños podrán disfrutar del Laboratorio Hot Wheels, que ofrece una zona para que los aficionados jueguen con los juguetes Hot Wheels más populares, con pistas gigantes y circuitos de carreras. También podrán llevarse a casa el carnet de conducir Hot Wheels personalizado, que incluye lanyard oficial con foto, o una fotografía en familia (actividad de pago).
Las entradas ya están a la venta en la web de Hot Wheels Experience.