Llegan 5 días de fiesta y muchos barceloneses aprovecharán para hacer una escapada. Pero para quienes se quedan en la ciudad y buscan hacer alguna actividad navideña, en familia, con niños o con amigos, tienen a mano Sant Boi de Llobregat, a solo 20 minutos en tren (FGC, línea Llobregat-Anoia) o en coche, que ofrece un gran polo de atracción estos días, gracias a la Fira de la Puríssima, un evento de raíz agrícola que concilia tradición y modernidad, donde destacan la exposición de frutas y verduras, la muestra de ganado y los puestos de plantones, y por supuesto, los puestos típicos de una feria de Navidad. Podrás pasear y comprar embutido, «tions» de todo tipo, fruta y verdura fresca y beber cerveza artesanal. Hay actividades de todo tipo para los niños relacionadas con la agricultura, así como una granja donde podrán vivir la experiencia de dar de comer a algunos animales, entre otros. También podrán subirse a un tractor, plantar una planta y hacer talleres de sostenibilidad. Y por supuesto, como cada año, la plaza del Ayuntamiento es el punto de referencia de Navidad, con todo tipo de puestos para comprar decoración, árboles y plantas. El Mercado de arte joven también es uno de los grandes atractivos, se trata de un espacio de promoción para los jóvenes artistas donde también se invita a los más jóvenes a crear y experimentar en el ámbito cultural. Será en la Biblioteca Jordi Rubió i Balaguer, dentro del parque de la Muntanyeta.
Todo esto, del 6 al 8 de diciembre, coincidiendo con el puente de la Purísima, que este año llega a la 78ª edición y se consolida como una de las más importantes del país.
El acceso se puede hacer desde la plaza del Ayuntamiento o desde el otro extremo, el parque de la Muntanyeta, donde también hay un gran aparcamiento gratuito. Además, hay un servicio gratuito de autobús llamado Firabús que traslada constantemente a los visitantes desde el Ayuntamiento hasta la Muntanyeta, y viceversa.

Y si vas con tiempo, también se puede hacer turismo cultural. En Sant Boi encontramos una historia muy rica y un casco antiguo lleno de espacios por descubrir: las termas romanas, el museo Can Torrents, la masía Can Barraquer -última residencia de Rafael Casanova- o el barroco de la iglesia de Sant Baldiri. También son de interés la rehabilitada fábrica modernista de Can Massallera o el Hospital Psiquiátrico, del XIX.