Todo listo para que la Fuente Mágica de Montjuïc vuelva a brotar después de casi tres años cerrada, primero por la sequía y luego por unas obras de mejora y rehabilitación. El miércoles 24 de septiembre, día de La Mercè, el agua volverá a todos los surtidores y cascadas de la avenida Maria Cristina. La gran prueba de fuego será el Piromusical del domingo 28 de septiembre, cuando el agua bailará al ritmo de la música y bajo el cielo iluminado por los fuegos artificiales. A partir del 2 de octubre, la fuente recuperará los espectáculos en su horario habitual, es decir, de jueves a sábado entre las 21.00 y las 22.00 durante octubre y de 20.00 a 21.00 en noviembre y diciembre.
Las actuaciones que se han realizado durante las últimas semanas han servido para instalar un sistema de telecontrol más avanzado y que proporciona más flexibilidad, robustez y fiabilidad de funcionamiento. También se han cambiado los 4.760 focos de luz blanca incandescente por 680 focos LED, una maniobra que permitirá conseguir la misma iluminación con un descenso de la potencia de 1.507 kW a 72 kW. Además, las 380 luces LED sumergidas del vaso están instaladas con los nuevos soportes. Todo esto hará que la fuente sea más sostenible y mejore la experiencia de los espectáculos.

Durante julio, agosto y estos primeros días de septiembre los operarios han realizado las pruebas de funcionamiento. “El vaso de la fuente ya está lleno de agua y también se han revisado los circuitos, las juntas de estanqueidad, las válvulas y todos los componentes que forman parte del sistema hidráulico”, explican desde el Ayuntamiento. “También se han realizado las pruebas de sonido, agua y luz”. La última gran actualización era de los años 90 y, como entonces, los trabajos de mantenimiento se han realizado “manteniendo los condicionantes históricos” de esta infraestructura proyectada por Carles Buïgas para la Exposición Internacional de 1929.
Inversión millonaria para mejorar las fuentes ornamentales
La rehabilitación de la Fuente Mágica se enmarca en el paquete de obras de mejora de las fuentes ornamentales de la ciudad, que tiene un presupuesto de 6,6 millones de euros hasta 2028 y busca optimizar su funcionamiento y reducir el uso de agua. En cuatro años se actuará en 78 fuentes. En paralelo, el Ayuntamiento lleva meses trabajando en la reactivación de las más de 300 fuentes ornamentales que se cerraron durante la sequía y que ahora, una vez levantadas las restricciones, se han revisado, limpiado y llenado para ponerlas en marcha de manera progresiva.
Actualmente, el 65% de las fuentes de Barcelona ya funcionan con normalidad una vez completadas las fases I y II. En octubre comenzará la fase III, que incluye la puesta en marcha de unas setenta fuentes ornamentales de más de 100 metros cuadrados de superficie, que son las más grandes y complejas de poner a punto, y por eso se han dejado para el final. La recuperación de las fuentes costará 2,1 millones de euros que salen del contrato de mantenimiento de fuentes de la ciudad.



