La decisión del Tribunal Supremo de ordenar que el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) deba devolver las pinturas de Sixena tiene las primeras reacciones políticas, también en el Ayuntamiento de Barcelona. En un post en la red X, la presidenta de los republicanos en el consistorio Elisenda Alamany ha pedido al alcalde Jaume Collboni que se oponga. «La retirada de estos frescos medievales es un ataque al patrimonio catalán e implicaría daños irreparables», ha escrito Alamany. De hecho, el Supremo no ha tenido en cuenta ningún criterio técnico, sino simplemente el hecho de que la Generalitat no ha podido acreditar la titularidad de las pinturas.
Pedimos al @bcn_ajuntament que actúe y se oponga al traslado de las obras de Sixena.
— Elisenda Alamany (@Elisendalamany) May 28, 2025
❌ La retirada de estos frescos medievales es un ataque al patrimonio catalán e implicaría causarles daños irreparables. https://t.co/fOTDGOJLRj pic.twitter.com/rFALWX6qIP
ERC ha registrado un ruego de urgencia al gobierno de la ciudad en el cual le plantea que se dirija a la Generalitat para que esta tome «todas las medidas necesarias para continuar defendiendo la legalidad de las adquisiciones de las obras de arte procedentes de Sixena hechas por la Generalitat y el MNAC, con el objetivo tanto de recuperar las obras ya trasladadas a Aragón como de conservar en el museo barcelonés los frescos románicos originarios del monasterio», subraya el concejal Jordi Castellana.
Emprender acciones legales
Además, el texto de los republicanos plantea a Collboni que el Ayuntamiento defienda con determinación, como miembro del Consorcio del MNAC, «la permanencia en el museo de las pinturas murales que habían decorado la sala capitular del monasterio de Sixena, de manera que los representantes del Ayuntamiento impulsen desde el Patronato del museo las acciones legales necesarias a fin de salvaguardar estos frescos».
Tal como ha explicado el Món, el Supremo ha confirmado con esta decisión la resolución de la Audiencia de Huesca. La demanda fue interpuesta por el Gobierno de Aragón en ejercicio de sus competencias y por cesión de acciones por la Comunidad Religiosa titular del Monasterio de Sixena, mientras que el Ayuntamiento de Sixena se personó en calidad de demandante. Aprovechando la aplicación del artículo 155, el Estado, a través de la Guardia Civil, ya expolió hace cuatro años 155 obras del Museu de Lleida, convirtiendo en una guerra política el arte de la Franja.
En el escrito dirigido a Collboni, ERC recuerda que el MNAC preserva desde los años 40 del siglo pasado las pinturas murales del siglo XIII que decoraban la sala capitular del monasterio de Sixena, «y garantiza las mejores condiciones de protección, conservación, estudio y divulgación de este conjunto pictórico románico».
