La Catedral de Barcelona ha celebrado esta semana una efeméride muy especial. Como cada 6 de marzo, con motivo del día de San Oleguer, el templo barcelonés de cabecera abrió el pasado jueves a los feligreses y a todos los ciudadanos que se acercaron al sepulcro donde se guarda el cuerpo incorrupto de Oleguer Bonestruga (Barcelona, 1060-1137), obispo de Barcelona y arzobispo de Tarragona. Este es el único momento del año en el que se puede observar el interior de la urna de vidrio que guarda el cadáver del religioso, vestido con las ropas características de los obispos, al cual se accede a través de unas pequeñas escaleras ocultas detrás de la capilla del Santísimo, en una especie de camarín de estilo barroco lleno de oro y con frescos en las paredes y el techo.
La historia de Bonestruga es bastante peculiar. Según se explica en la misma página web de la Catedral, nació en el seno de una familia noble de la capital catalana y sus inicios en el mundo religioso fueron como presbítero y canónigo regular del capítulo de la Catedral de Barcelona y como canónigo regular de Sant Ruf de Aviñón, con residencia en el convento de Sant Adrià de Besòs. El hombre fue consejero de los condes Ramón Berenguer III y Ramón Berenguer IV y fue nombrado obispo de Barcelona bajo el reinado del papa Pascual II. Con la conquista de Tarragona, fue investido arzobispo de Tarragona, sin perder el título barcelonés e impulsando toda una serie de reformas en las diócesis que tenía bajo su control.
Bonestruga murió el 6 de marzo de 1137 y fue canonizado oficialmente en el año 1675. Inicialmente, estaba enterrado en el claustro de la Catedral, pero su cuerpo terminó siendo trasladado con los años a la capilla del Santísimo Sacramento y del Santo Cristo de Lepanto. Su sepulcro -que está hecho con alabastro y es considerado como una de las obras más notables de la escultura catalana del siglo XVII- lleva la firma de los escultores Francesc Grau y Domènec Rovira II. También conserva, sin embargo, la escultura yacente gótica esculpida por Pere Sanglada en el año 1406.
Un adelanto antes del año que viene
Aunque no se permite tomar fotografías del interior del espectacular camarín, las personas que no pudieron acercarse este jueves al templo barcelonés no tendrán que esperar hasta el año que viene para ver el cuerpo de San Oleguer. El periodista Marc Piquer, el alter ego del popular perfil en las redes sociales Barcelona Singular, ha vuelto a compartir este año unas imágenes del año 2021 donde se puede ver el interior del sepulcro, que tal como ha podido comprobar el TOT Barcelona continúa inalterado cuatro años después.
Avui és Sant Oleguer, l’únic dia de l’any que pot visitar-se a la @catedralbcn l’impressionant cambril on reposa, dins d’una urna de vidre, el cos incorrupte d’Oleguer Bonestruga, qui va ser bisbe de Barcelona fins a la seva mort, el 6 de març… del 1137! #Gòtic pic.twitter.com/WRVY1Hvhxi
— Barcelona Singular (@Bcnsingular) March 6, 2021

