El lunes fue un día muy especial en Can Barça. El entrenador del primer equipo masculino, Hansi Flick, sopló velas para celebrar su 60 cumpleaños. Lejos de deleitarse con conmemoraciones, el técnico alemán mantuvo el entrenamiento teniendo en cuenta que al día siguiente el club blaugrana se enfrentaba al Atlético de Madrid en el partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey. Los jugadores no pudieron regalarle una victoria en el campo, pero sí que los culés vivieron un partidazo en el Estadio Olímpico Lluís Companys.
Ahora bien, había quedado pendiente una celebración en condiciones de este 60 cumpleaños del entrenador. Por este motivo, después del entrenamiento de este viernes, Flick ha invitado a toda la plantilla y a algunos pesos pesados de la directiva a almorzar en un conocido restaurante de la zona alta de Barcelona. Se trata del Ikibana, un establecimiento que fusiona las cocinas japonesa y brasileña que tiene varios locales repartidos por la capital catalana. En concreto, la expedición blaugrana ha ido al que se encuentra en la calle del Doctor Fleming. Las últimas informaciones apuntan que a la cita han acudido prácticamente el staff técnico al completo, así como varios miembros del organigrama del club presentes en el día a día. En representación de la directiva, han acudido tanto Deco como Bojan Krkic.
Retiro joven y pasado en la selección alemana
Es importante recordar que Flick es oficialmente el entrenador del Barça desde el 29 de mayo de 2024, cuando llegó en sustitución de Xavi Hernández. Antes de ser técnico, sin embargo, fue futbolista, concretamente mediocampista. De joven destacó y se incorporó a las filas del Bayern de Múnich con veinte años. Jugó allí durante cinco temporadas, en las que levantó hasta cuatro veces la Bundesliga. No obstante, su rendimiento no estuvo a la altura de lo que prometía y tuvo que marcharse al Colonia. Después de tres temporadas en este conjunto del oeste de Alemania, abandonó el fútbol profesional con solo veintiocho años.
Su primera experiencia destacada como entrenador fue en el Hoffenheim, donde consiguió un ascenso a la tercera categoría de Alemania. Sin embargo, la etapa más longeva de su carrera comenzó en el año 2006, cuando se incorporó a la selección alemana como asistente de Joachim Löw. Tras la destitución de Niko Kovac como entrenador del Bayern de Múnich a inicios de 2019, el club bávaro confió en Flick. El de Heidelberg tomó el equipo a media tabla y acabó ganando la Bundesliga tras completar un curso impecable. Sus éxitos, sin embargo, no se quedaron ahí, ya que en la UEFA Champions League mantuvo un gran nivel y levantó la orejona de 2020. También ganó la Pokal y, posteriormente, las dos Supercopas y el Mundial de Clubes. Es decir, alcanzó el dificilísimo sextete.



