Las fuertes críticas que han caído sobre el Gran Teatre del Liceu por la mala calidad de algunos conciertos de las fiestas de Navidad, con instrumentos desafinados y músicos sin partituras para poder ensayar, han llevado a la dirección del coliseo de la Rambla a entonar el mea culpa. En declaraciones a TV3, el director del Liceu Valentí Oviedo ha dicho que «toca hacer un análisis de lo que ha pasado», pero admite que «la gente que viene al Liceu espera la calidad propia de una institución con cerca de 180 años de historia, y de eso debemos ver consecuencias y cómo lo mejoramos». El teatro culpa a la empresa organizadora, aunque no hace controles de calidad de los espectáculos.

Tal como informó el TOT Barcelona, la lluvia de críticas se inició después del concierto de bandas sonoras que la Hollywood Symphony Orchestra realizó el 1 de enero en el Liceu. Pol Ducable, un espectador que es músico y etnomusicólogo, denunció en la red X el caso. «Qué sufrimiento hoy -en referencia al 1 de enero- en el Liceu con la Orquesta que interpreta bandas sonoras de Williams y Zimmer… El trompeta no llega y solo tienen uno. No hay tuba, tempos acelerados, y el concertino, lejos de bordar el solo de La lista de Schindler«, escribió.

«Un fraude»

También la cuenta de X Alegres Comares se ha hecho eco de la mala calidad de algunos conciertos de Navidad, como los que la promotora NK Prodarte ha realizado en el Liceu, con la Hollywood Symphony Orchestra. Uno de los testimonios recogidos es el de María Samblás, que asistió al concierto del 26 de diciembre y «no daba crédito a la falta de calidad de la orquesta». Según esta espectadora, fue un «fraude» y «una auténtica vergüenza».

Uno de los músicos de la citada orquesta fue entrevistado en Rac 1. El intérprete aseguraba que llevaba 20 años tocando y nunca se había encontrado con un nivel de desorganización tan grande. «No entiendo cómo el Liceu puede admitir un concierto así. Es lo peor que he hecho en mi vida, nunca me había sentido tan avergonzado«. La entrevista tuvo lugar el 5 de enero por la mañana. El día de Reyes, esta formación debía realizar un concierto de Disney y los músicos ni tenían las partituras ni habían podido ensayar. Según el intérprete, en los conciertos también faltaban instrumentos para tocar todas las piezas. Por ejemplo, en el de Año Nuevo no había ni tuba ni flautín.

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