El 22 de octubre de 1926, Ernest Hemingway publicó
Barrio y San Fermín
Barcelona ha cambiado mucho desde que la Nafarren Etxea Elkarteak (Asociación Casa de los Navarros) nació como centro vasco-navarro en 1883 en la plaza Real, esquina la calle dels Tres llits. Un acontecimiento que acogió varias personalidades, incluso la presencia del músico Enric Granados, tal como nos explica Koldo Larrea, presidente de la Nafarren Etxea Elkarteak (Asociación Casa de los Navarros). La dictadura de Primo de Rivera hizo que cayera el primer pronombre de la asociación, que se desplazó buscando una ubicación fija por varios lugares de Barcelona. La rambla de Santa Mònica, la calle Ample, la calle de Montcada, la calle de Balmes, la calle de Portaferrissa o la Travessera de Gracia fueron algunos lugares de la capital catalana que acogieron a los navarros establecidos en la ciudad. Tal como explica Larrea, el paisaje no siempre había estado así, y es que antes de la Nafarren Etxea Elkarteak (Asociación Casa de los Navarros), el terreno era un huerto, terreno que compraron y los mismos socios construyeron la casa.

Horta-Guinardó ha sido un lugar clave para la asociación. El presidente de la asociación señala estas sinergias entre la casa y el barrio, puesto que «el barrio siempre nos ha aceptado muy bien, siempre hemos sido muy bien recibidos en cuanto al Ayuntamiento y el barrio.» Esta bilateralidad barrio-asociación ha estado la que ha causado esta buena relación, Larrea explica que «como nosotros aportamos algo en el barrio como socios, como música, como actividades, el barrio nos ayuda y viene aquí a colaborar y participar».

A pesar de que la tradición de San Fermín se celebra en la ciudad de Pamplona, la Nafarren Etxea Elkarteak (Asociación Casa de los Navarros) abre las puertas a todos aquellos que quieran disfrutar de sus fiestas. El txupinazo del día 6 de julio es solo la pequeña cata de una retahíla de actividades que se abren al público, curioso o con relación que acuda a la celebración. Koldo Larrea, presidente de la Nafarren Etxea Elkarteak (Asociación Casa de los Navarros), pone énfasis en el hecho que la asociación ha abierto las puertas a la ciudad que lo ha acogido desde siempre, porque «la fiesta era tan importante que se hacían caravanas de gente, con las charangas, y las ‘cuadrillas’, se hacían corridas de vacas en la Plaza Monumental».
No solo las tradiciones navarras tienen arraigo en la asociación, puesto que como explica el presidente y la encargada de la cultura de la casa, por Saant Jordi se organizan recitales de poesía, presentaciones de libros y se venden libros y rosas. Además, también se ha organizado el ‘castaween’ una mezcla de la tradicional castanyada y el Halloween, escape rooms, quintos, bingos musicales y una colaboración con un instituto de ciclos formativos de animación.
Precisamente esta relación entre los dos mundos, el navarro y el catalán lleva, a veces, quebraderos de cabeza, puesto que Koldo Larrea explica que se tiene la sensación que la Generalitat no apoya en las casas regionales «porque no se los damos votos» pero que el gobierno ‘regional’ de donde provienen tampoco los ofrece ayuda porque «piensan que somos de aquí y no de allá y tampoco los damos votos». A pesar de estas trabas, la asociación destaca la buena relación que se tiene con el Ayuntamiento de Barcelona y el de distrito, a pesar de que lamenta un hecho: «El alcalde (Jaume Collboni) nos dijo que vendría al txupinazo y nos ha avisado (el viernes 28) que no vendría».
Precisamente con el Ayuntamiento San Fermín obró uno de sus milagros. No salvó ningún corredor de los ‘encierros’ de ser embestido por los toros, sino que salvó el cierre de la Nafarren Etxea Elkarteak (Asociación Casa de los Navarros). Los directivos de la junta de la casa recibieron un aviso el año pasado en el cual se señalaba que no tenían licencia. Una licencia que había estado bajo la capa del santo navarro y que, precisamente, por vivir bajo debajo de él no se había digitalizado y el Ayuntamiento no tenía constancia y requería el cierre de la casa.
San Fermín en Barcelona
Como es de esperar, en Barcelona la tradición taurina se ha perdido -mucho a raíz de la prohibición de las corridas de toros en Cataluña- y la tradición de los encierros no ha sido arraigada en el territorio catalán, pero la Nafarren Etxea Elkarteak (Asociación Casa de los Navarros) ha mantenido su tradición, tal como ha explicado Koldo Larrea. En Barcelona, para sentir el San Fermín, se realiza un encierro destinado a los más pequeños, eso sí, con toros de cartón que son empujados.

La programación de la Nafarren Etxea Elkarteak (Asociación Casa de los Navarros) empieza de buena mañana el día 6 de julio, a las once y media la asociación hará la imposición de pañuelos a aquellos que han tenido un papel relevante en la casa. El mismo día 6 de julio por la tarde, después del ‘txupinazo‘, se celebrarán las finales del 46.º torneo de pelota vasca de San Fermín, una de las grandes tradiciones vasco-navarras es la pelota vasca. Las diversas modalidades como son pelota mano, pala, frontenis y cesta-punta. Una pelota que es una parte muy importante de la Nafarren Etxea Elkarteak (Asociación Casa de los Navarros).
José Javier Urquía Aguirrezabala, conocido como ‘Urqui’ es un pelotari de 82 años que hace más de 50 años que vive en Barcelona y señala la importancia del frontón de la casa: «Siempre he visto jugar los chiquillos aquí, hay ciclos, a veces te salen chavales como setas y otros que no. Me parece siempre emocionante (refiriéndose a los niños que juegan a pelota en Cataluña) y tiene más mérito que salgan pelotaris que en el País Vasco, allá juegan 5.000 y aquí 50″. Para ‘Urqui’ la clave es el ambiente que se vive, puesto que «aquí los chavales prosperan. La prueba es que es el único frontón de toda Cataluña donde hay chavales, por desgracia, aquí se hace una piña con los padres que ni en Bac de Roda, ni Santa Coloma, ni en ninguna parte. Siempre vengo cuando hay pelota». Jorge Bentué, miembro de la junta de la Nafarren Etxea Elkarteak (Asociación Casa de los Navarros), se une con la conversación con el TOT Barcelona y señala uno de los grandes orgullos de la asociación: «La campeona femenina infantil de pelota es de la Casa de los Navarros». Un orgullo que es todavía mayor si se tiene en cuenta uno de los detalles que explica Koldo Larrea como es que «fuimos la primera casa de todo el Estado español a organizar el campeonato femenino de ‘pelota’ y la primera que organizó un encuentro entre varias escuelas de ‘pelota’.

Estas no son las únicas actividades que durante la semana que duran los ‘Sanfermines’ organiza la asociación. Meritxell, la responsable de las actividades culturales de la casa, destaca la importancia que tiene la fusión de la cultura navarra y la catalana. El día 7, en la capilla de Sant Marcel se celebra la misa en honor de San Fermín, el día 9 se cantan habaneras y el día 13 rumba, dos estilos musicales que marcan la cultura de los catalanes.
Sentir las fiestas lejos de ellas
Más de 400 kilómetros separan la Nafarren Etxea Elkarteak (Asociación Casa de los Navarros) de la Plaza Consistorial de Pamplona -lugar desde donde se tira el famoso txupinazo-. Pepe y Ángel son dos de los miembros más veteranos de la casa, y atienden las preguntas del TOT Barcelona sentados en una mesa del bar de la casa, muy acompañados de sus bastones y sus gafas, que denotan el paso del tiempo en sus cuerpos. Los dos amigos relatan cómo han visto la evolución de la asociación desde años atrás.
Ángel, de 83 años, vive con mucha ilusión la celebración de San Fermín en Barcelona, puesto que explica que solo ha ido una vez a Pamplona a disfrutar de las fiestas y, con un pequeño lamento, destaca que «no he vivido San Fermin». A pesar de la experiencia perdida, Ángel señala que lo que se hace en Barcelona es un simulacro, pero que «es perfectamente válido si se vive con la ilusión de vivirlo, si lo vives un poquito… vivir el San Fermín aquí, aunque sea un rato es muy agradable».
Pepe, de 92 años, es el socio más veterano de la asociación -y antiguo miembro de la junta directiva- comparte la ilusión de su compañero y amigo y ofrece una muestra de lo que supone para él la asociación: «Si no fuera por esto (refiriéndose en la casa), no sé qué sería de mí… llevo aquí toda la vida».

Los dos coinciden en aspectos claves para entender la Nafarren Etxea Elkarteak (Asociación Casa de los Navarros): La casa ha cambiado. Y explican que es normal, que el tiempo pasa para todo el mundo y que muchos de los socios veteranos o han muerto, o se han hecho viejos -«ganamos experiencia», que dice Ángel-, y esto ha hecho que los navarros de la casa cada vez sean menos. A pesar de esto, San Fermín hace que disfruten mucho gracias a las actividades que se hacen para celebrar el copatrono de Pamplona, y es que ver los niños jugando a frontón -sea pelota mano o paleta goma- genera en Ángel una «ilusión muy grande, me hace recordar los años mozos»; sentimientos que su amigo Pepe comparte: «Me encanta, me encanta, me encanta, ver a los chavales jugar con los toros de cartón, a frontón, antes se volvían locos y siguen igual.
La Nafarren Etxea Elkarteak (Asociación Casa de los Navarros) también tiene su componente gastronómico, puesto que ‘Urqui’ es una de las grandes atracciones en este ámbito. Jorge Bentué explica que «cuando él hace de comer esto se llena de gente». Unos platos que han sido en su mayoría marmitako, bacalao al pil pil y ‘calderete’, a pesar de que señala un aspecto fundamental para su cocina: «Se tiene que hacer marmitako cuando hay bonito, no cuando no es temporada y es de lata».
