La Navidad es sinónimo de compras y ocio, pero también de tradiciones. Y en Cataluña estamos de celebración en este sentido, ya que se celebran 800 años del pesebre. La nochebuena de 1123, ahora hace ocho siglos, san Francisco de Asís (Asís, 1181-1226) organizó en Greccio, Italia, un pesebre viviente para recrear el nacimiento de Jesús. Una tradición que ha llegado hasta nuestros días, compitiendo con tradiciones exportadas como el Papá Noel. Sea como fuere, el pesebre está a punto de ser inscrito en la lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad de la UNESCO. Y en Barcelona, más allá del pesebre de Sant Jaume, el más mediático, nos fijamos en los pesebres vivientes. Y hay tres: la Marina, el Guinardó y el Carmel.

Pesebre viviente de la Marina del Port
Este pesebre se podrá ver en los Jardines dels Drets Humans y la representación será el sábado 16 de diciembre, de 18 a 20.30 h. Está organizado por el Centre Cívic la Cadena y va a cargo de la Asociación Centro Cultural Estrelles Altes. Cuenta con más de dos décadas de bagaje y se representan una cuarentena de escenas. Cuenta con más de 200 participantes entre figurantes, técnicos y coordinadores de la representación y también tiene animales vivos.
Pesebre viviente del Guinardó
El escenario es la torre del Suro, un edificio modernista de 1910 de gran belleza. Se trata de una representación inclusiva y solidaria, porque los figurantes son personas con discapacidad intelectual. Participan personas del Centro Ocupacional Taller Escuela Sant Camil y se basa en una escenificación de cuadros estáticos. Se puede visitar el miércoles 20 de diciembre, de 18 a 20 h. Este pesebre ha recibido el Premio Ciutat de Barcelona y este año celebra 30 años de vida.
Pesebre viviente del Carmel
Es el pesebre viviente más joven de los tres, este año llega a su tercera edición. Será en el patio de la parroquia de Santa Teresa, el jueves 7 y el sábado 9 de diciembre, de 11.30 a 13.30 h y de 16.30 a 20 h.