La fiesta mayor del barrio de Gràcia vuelve a protagonizar la vida cultural barcelonesa. Las celebraciones, que comienzan mañana y durarán hasta el próximo jueves 21 de agosto, han tenido su inicio esta noche, con el pregón a cargo de la historiadora del arte Maria Garganté. Ante una plaza de la Vila llena, Garganté ha cargado contra la crisis residencial y contra el genocidio que sufre el pueblo palestino a manos de Israel. Todo ello, con un llamado a la liberación colectiva: «la fiesta es siempre una grieta para la revuelta«, ha afirmado.
La pregonera, sin embargo, no ha sido la única en recordar la guerra en la Franja de Gaza y en Cisjordania, y el sufrimiento de los palestinos que viven allí. Ha sobrevolado la plaza un misil gigante inflable con el eslogan «Basta de comercio de armas con Israel». También se han podido ver una multitud de banderas palestinas, y el público ha respondido con gritos contra el gobierno de Benjamin Netanyahu. A la denuncia de la crisis humanitaria en Oriente Medio se han sumado las críticas contra los precios del alquiler, disparados en la ciudad según todos los portales inmobiliarios. Ante todos estos agravios, Garganté ha hecho un llamado a hacer de la celebración un «acto de conciencia y de revuelta personal y colectiva». Además, ha recurrido al poeta valenciano Vicent Andrés Estellés, recordando a los vecinos de Gràcia que «lo que vale es la conciencia de no ser nada si no se es pueblo».
«Molesta el PSC»
Han acompañado a Garganté en el balcón de la casa consistorial la actual presidenta de la Fundació Festa Major, Lina López; la concejala del distrito, Laia Bonet, y el alcalde accidental de Barcelona, Albert Batlle. Bonet ha recibido una sonora pitada por parte de los asistentes cuando se ha dirigido a ellos con unas palabras iniciales. La oposición al gobierno de Jaume Collboni se ha hecho sentir al inicio de las fiestas, con un cartel que rezaba «La fiesta no molesta, molesta el PSC», adornado con caricaturas del alcalde y la teniente de alcaldía.
Festes de Gràcia 2025
Las fiestas se extenderán hasta el día 21 de agosto, con más de una veintena de calles de la Vila de Gràcia decoradas para la ocasión. El concurso tradicional se celebrará el próximo 19 de agosto, rodeado de actividades culturales, conciertos y una multitud de actos. La red de metro de Barcelona ofrecerá servicio ininterrumpido todo el fin de semana, desde el viernes 15 a las 5 de la madrugada hasta la noche del domingo 16. También se limitará a un sentido único las calles más afectadas por las festividades, para garantizar las condiciones de seguridad de los espacios que atraerán a más público.
