Continúa la sangría de cierres de locales históricos a varios distritos de Barcelona. En esta ocasión le ha tocado en el barrio de Sants, que ha visto como un bar con siglo y medio de historia colgaba el cartel de «se traspasa». Según avanzó
El cierre de la Bodega Salvat es especialmente llamativo para los vecinos de Sants, atendido su carácter histórico, que lo hizo constar en 2020 entre los establecimientos protegidos por el Ayuntamiento de Barcelona. El negocio santsenc entró a la lista junto con otros 10 puntos clave de la hostelería barcelonesa a diferentes barrios, acompañante, entre otros, la Bodega Sopena a San Martín, la Bodega Massana a Huerta-Guinardó o la Bodega Manolo, en el barrio de Gracia. El objetivo de la estrategia de establecimientos singulares era mantener la esencia de los distritos barceloneses evitando el cierre, en un momento de especial presión inmobiliaria y de precios.

Histórico del barrio
Con el fin de la Bodega Salvat, el vecindario de Sants pierden uno de sus referentes en la hora del vermut. El establecimiento era especialmente celebrado por sus raciones de anchoas, así como una muchedumbre de tapas más específicas de su carta, como por ejemplo las alcachofas. La oferta gastronómica, unida a la tradición cervecera y del mismo vermut, han facilitado la inclusión en varias ocasiones del local a las más prestigiosas rutas de la tapa elaboradas en Barcelona, incluso más allá de los confines de su distrito natural. Habrá que esperar todavía, pues, para conocer la última jornada de actividad a uno de los rincones más emblemáticos de la Calle Andalucía.