La pérdida de comercios y negocios emblemáticos es sin duda una de las grandes lacras que sufre Barcelona. Esta extinción acelerada del tejido asociativo que en algunos casos ha actuado durante décadas como verdadero punto neurálgico de los diferentes barrios de la capital catalana viene acompañada de otro fenómeno al alza: la irrupción de las franquicias. Cada vez es más habitual encontrar sucursales de grandes cadenas de supermercados y establecimientos fuera del centro de la ciudad en emplazamientos donde hasta ahora resistía un comercio de toda la vida o negocios familiares venidos a menos.
La última víctima de esta especie de proceso de gentrificación comercial la encontramos en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi, en concreto en el corazón de barrio de Sarrià. El pasado mas de octubre se hacía oficial el cierre del Caffe San Marco, una cafetería emblemática que durante casi tres décadas estuvo ubicada en la calle Major de Sarriá, en la esquina con la calle del Padró de la Creu, y conocida como uno de los mejores lugares donde tomar un cortado de toda la ciudad.
El adiós del Caffe San Marco cogió por sorpresa a los vecinos de esta céntrica zona del barrio, que nunca llegaron a saber las razones concretas por las cuales el negocio bajaba la persiana después de tantos años. Una de las principales hipótesis es la gran competencia que en los últimos años había ganado este tramo de la calle Major de Sarrià, donde -además de la prestigiosa pastelería Foix- hay varias cafeterías: On y va, Cornet i Mas y Syra Coffee.
Una nueva franquicia
Casi cinco meses después de su clausura, tal como informa el diario El Jardí, el establecimiento ha vuelto a reabrir sus puertas esta vez, pero, convertido en una de las sedes de la cadena de cafeterías y pastelerías Vivari. Una nueva franquicia para un barrio donde no paran de multiplicarse este tipo de negocios, un fenómeno que por desgracia acostumbra a venir acompañado de la desaparición de algún comercio o establecimiento emblemático.