Los operarios han comenzado a retirar este miércoles la estrella gigante de Navidad que ha lucido estas fiestas en la plaza de Sant Jaume en sustitución del pesebre típico instalado otros años. El Ayuntamiento de Barcelona intentará ahora darle una segunda vida a esta estrella de veinte puntas, dos toneladas y media y nueve metros de diámetro. Fuentes del Institut de Cultura de Barcelona (ICUB) indican a este diario que están «estudiando futuros usos» con los creadores de la obra. Por el momento, la estrella se guardará hasta que se encuentre la fórmula óptima.

La estrella ha sustituido al pesebre de la plaza, que en los últimos años había generado polémica, sobre todo en el caso de algunas propuestas más innovadoras del último mandato. Aun así, la ausencia del pesebre tradicional en Sant Jaume no ha evitado la polémica. Parte de la oposición más conservadora ha criticado que el consistorio lo haya desplazado al interior del Ayuntamiento. Desde el ejecutivo, en cambio, destacan la cifra de visitantes. El mismo Collboni informaba que, hasta el 12 de diciembre, más de 62.000 personas habían entrado a verlo, una cifra que asciende a 182.751 personas en el recuento final que ha hecho el ICUB.

Los operarios han iniciado el desmontaje de la estrella de Navidad de Sant Jaume | Gabriel G. Garrido

Costo polémico

Más allá de la ubicación, el otro aspecto polémico ha sido el costo de la estrella. El líder de la oposición, el juntaire Jordi Martí Galbis, ha criticado que el ejecutivo haya gastado 145.000 euros en la estrella de Sant Jaume. Una cantidad que también ha confirmado el ICUB, el órgano encargado de gestionar los actos culturales de Barcelona.

La estrella llegó a finales de noviembre y ha estado 41 días, lo que supone, contando solo la estancia navideña en Sant Jaume, una inversión de más de 3.500 euros por día. En todo caso, la idea es alargarle la vida, darle una nueva utilidad. Una nueva oportunidad para amortizar la inversión.

Estructura gigante de luces LED

La estructura, una obra del arquitecto y artista Xevi Bayona y del creador digital Àlex Posada, está hecha a partir de un fundamento de hierro metacrilato relleno de luces LED. Lo que de día era una estructura, se ha convertido en un espectáculo lumínico e interactivo por la noche. Un hecho que, en líneas generales, ha gustado a los curiosos que se han acercado a verla.

Sin la estrella, los edificios de la Generalitat y del Ayuntamiento volverán a capitalizar ahora la plaza, habitualmente monopolizada por el turismo y la política. Hasta el año próximo, que habrá una nueva propuesta de Navidad que, si no se quiere romper la tradición, seguramente también será polémica.

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