A instancias de Junts per Barcelona, el pleno del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado una declaración institucional en contra de la sentencia del Tribunal Supremo que obliga al Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) a devolver las pinturas de Sixena, que custodia desde los años 40 del siglo pasado, y alerta sobre los «riesgos irreversibles» que puede suponer su traslado.
El texto, que ha salido adelante con el apoyo de Junts, PSC, Barcelona en Comú y ERC, advierte que la resolución judicial «supone un precedente preocupante que no tiene en cuenta los criterios técnicos que han garantizado la conservación de las pinturas murales en el MNAC durante décadas, donde han sido preservadas con las máximas garantías y accesibles para toda la ciudadanía».
«Estado de fragilidad» de las pinturas
En el texto aprobado, leído por el concejal de Junts Joan Rodríguez, el Ayuntamiento subraya los «riesgos irreversibles» que puede conllevar el traslado de estas pinturas murales que, según numerosos expertos en conservación y restauración, se encuentran en un estado de fragilidad que hace extremadamente peligroso cualquier intento de moverlas de su emplazamiento actual.

Priorizar los criterios científicos en la ejecución de la sentencia
La declaración expresa su apoyo absoluto al MNAC «ante la sentencia del Tribunal Supremo sobre las pinturas murales de Sixena, reconociendo la profesionalidad y el rigor con que esta institución ha custodiado y preservado este patrimonio durante décadas». También muestra su preocupación por «el precedente que esta decisión judicial establece respecto a la gestión y conservación del patrimonio, así como por las implicaciones que puede tener para otras instituciones culturales de la ciudad». Y insta «a priorizar los criterios técnicos y científicos de conservación por encima de cualquier otra consideración en la ejecución de la sentencia».
El día que se conoció la sentencia del Supremo, el grupo municipal de ERC registró una petición de urgencia al alcalde Jaume Collboni en la cual plantea que el gobierno de la ciudad se dirija a la Generalitat para que esta tome «todas las medidas necesarias para continuar defendiendo la legalidad de las adquisiciones de las obras de arte procedentes de Sixena hechas por la Generalitat y el MNAC, con el objetivo tanto de recuperar las obras ya trasladadas a Aragón como de conservar en el museo barcelonés los frescos románicos originarios del monasterio». En un post en las redes sociales, la presidenta de ERC en el Ayuntamiento Elisenda Alamany dijo que «la retirada de estos frescos medievales es un ataque al patrimonio catalán».