El Ayuntamiento de Barcelona, ahora en manos exclusivamente de los socialistas, tiene pensado reconvertir El Molino –en desuso desde hace años– en una sala destinada a la música de autor. La idea es que el espacio acoja «propuestas de autor, de jazz, de flamenco y de rumba al margen de la industria comercial», exponía hace unos días el regidor de cultura, Xavier Mercè, en el diario ARA. Una decisión que no acaba de convencer los vecinos del Poble-sec, que confiaban que este espacio se destinaría pronto a usos vecinales.
La Asociación de vecinos del Poble-sec ha enviado una carta al regidor de cultura alertando que ven con «preocupación» las informaciones que han aparecido en los últimos días y que los genera cierta desazón «como se están dilatando los tempos» para la reapertura de este espacio. En declaraciones al TOT Barcelona, la entidad vecinal lamenta que «durante el mandato pasado se dejaron las bases preparadas, pero que no se llegaron a publicar porque vendían elecciones». «Se está dilatando todo en el tiempo», dicen estas fuentes, que días atrás remarcaban que el anterior gobierno acordó con ellos que las entidades del barrio podrían hacer uso del espacio.
En la carta, que la AVV envió el lunes, los vecinos recuerdan al consistorio algunos de los compromisos que el Ayuntamiento adquirió con el barrio a la hora de adjudicar la gestión de la equipación: «El Molino –recuerda el escrito– tendrá una terraza en la plaza de la Bella Dorita, se podrá usar en fechas señaladas por las entidades y asociaciones del barrio y será un espacio donde tendrán cabida las entidades culturales del barrio».
Una propuesta redundante
Otras voces también advertían en el diario ARA que la propuesta del Ayuntamiento puede ser redundante y mencionaban que la nueva sala Paral·lel 62 ya cumple el objetivo que ahora el consistorio se plantea con El Molino. En este sentido, el AVV Poble-sec mantiene que la puesta en marcha del Molino tendría que ser «un empujón más para devolver la avenida del paral·lel la autoestima que le falta» y reclama al ejecutivo de Jaume Collboni que no deje escapar una oportunidad única para convertir esta calle «en el espacio de cultura referente de la ciudad y de país».
