El gobierno de Jaume Collboni modificará el urbanismo táctico y los ejes verdes que el ejecutivo de Ada Colau ejecutó en el barrio de Sant Antoni. Concretamente, el área que encabeza la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, reformará las calles del Comte Borrell (en su parte baja) y Parlament, así como la plaza de la confluencia entre Comte de Borrell y Parlament. Las obras están previstas que comiencen en el segundo trimestre de 2026 y se prolongarán durante un año. Es decir, deberían estar listas para las elecciones municipales de mayo de 2027. El presupuesto es de 11,2 millones.
Según el Ayuntamiento, «se pone fin a la urbanización provisional» y se pacificará el espacio definitivamente con una transformación «de calidad» que aumentará considerablemente el verde y clarificará los usos de las calles.
La comisión de gobierno de la semana pasada aprobó las dos transformaciones. Por un lado, la del eje de la calle del Comte de Borrell (entre las calles de Manso y Aldana) y la de Parlament (entre la ronda de Sant Pau y la calle de Viladomat). Y por otro lado, la plaza situada en Comte de Borrell con Parlament. Las reformas de los dos ejes, Comte de Borrell y Parlament, costarán 9,3 millones, y las mejoras de la plaza, 1,9 millones.
«Aprendizajes extraídos» de otras pacificaciones
En una nota del Ayuntamiento difundida este viernes, el gobierno de Collboni dice que mantendrá la plataforma única e incorporará «los aprendizajes extraídos de otras pacificaciones -en clara referencia a los cuatro ejes verdes del Eixample hechos por Colau- y ejecutando los aciertos». El consistorio hace referencia a la distribución del verde, «la optimización del lenguaje del espacio público» y al «aclaramiento de los usos del espacio.

Más árboles, menos parterres
Uno de los cambios principales será una presencia más elevada del verde, pero con una concepción diferente. Se apostará más por el arbolado y se reducirá la presencia de parterres en las calles. La idea es construir una nueva línea de arbolado en el lado soleado y los parterres se limitarán a los chaflanes y a la nueva plaza. Y en cuanto a la carga y descarga de mercancías, los transportistas dispondrán de «espacios específicos y claramente definidos», intentando evitar los conflictos que se dan en los ejes verdes del Eixample.
El material que se utilizará en la reforma será el panot en las zonas peatonales y el granito por donde pasan los vehículos, «garantizando su durabilidad y sostenibilidad». Este verano, el gobierno municipal tuvo que gastar un millón de euros en cambiar el pavimento del eje verde de Pi i Margall porque no aguantaba el paso de buses y camiones y se agrietaba. La habilitación del eje verde de Pi i Margall se estrenó a finales de 2023 y costó 13,6 millones.


