Una sala de baile barcelonesa con casi una década de trayectoria podría verse obligada a bajar la persiana. Hablamos de la asociación cultural Meteoro, una entidad independiente fundada en 2017 con sede en el número 72 del paseo de Montjuïc, en el barrio del Poble-sec, centrada especialmente en la música electrónica, pero donde también se realizan actividades como exposiciones, talleres, proyecciones o conciertos, entre otras. A través de las redes sociales, los responsables han lanzado un grito de alerta por la difícil situación económica que sufren principalmente debido a las deudas acumuladas en los últimos dos años.
«El 2024 fue uno de nuestros peores años con diferencia, en el cual nos pasó absolutamente de todo: denuncias, multas, goteras, cese de actividad por parte del ayuntamiento, embargos… Si ya de por sí llevar un negocio es complicado, se le suman todos estos imprevistos que hacen que nuestra economía penda de un hilo», apuntan en una publicación compartida en redes. Lejos de mejorar, la situación de la entidad durante este 2025 no ha hecho más que empeorar. «Continuamos abiertos de milagro, gracias a la ayuda de muchos amigos, pero tenemos bastantes deudas que debemos ir liquidando«, remarcan.

Para intentar conseguir el músculo financiero necesario para sobrevivir, la entidad ha iniciado una campaña de micromecenazgo a través de la plataforma Gofundme. El objetivo es conseguir un total de 20.000 euros, de los cuales solo durante el primer día ya recaudaron cerca de 5.400. Tal como explican los mismos responsables de la sala, lo más urgente es poder pagar las mensualidades que tienen pendientes del alquiler, pagar a los proveedores y devolver los préstamos que les han permitido continuar abiertos hasta ahora. Además, se deberán realizar obras de mejora en las instalaciones de manera relativamente urgente, principalmente en la pista de baile, el techo y los baños. Por otro lado, apuntan que les gustaría poder destinar una parte del importe recaudado a producir más mercancía, ya que hay bastante demanda, pero no tienen dinero para responder a ella.

«Toda ayuda es bienvenida, aportando económicamente o compartiendo el post en redes. Otra manera de ayudarnos -totalmente gratuita- es no haciendo ruido en la calle, ni sacando bebidas ni haciendo botellones al frente, porque esa es la raíz del 90% de nuestros problemas. Mientras la calle esté tranquila, no tendremos más problemas», insisten.
Un antídoto contra un sistema gentrificador
La publicación con el grito de alerta viene acompañada de un texto firmado por la periodista y gestora cultural Aïda Camprubí. La codirectora del Barcelona Acció Musical (BAM) sitúa la sala como uno de esos espacios del circuito alternativo y de pequeño formato que hacen identidad y mantienen la esencia en una ciudad devorada por las grandes estructuras, más enfocadas al turismo que a un público local. «Aunque el equilibrio en el tejido alternativo es muy delicado, Meteoro ha sobrevivido a una pandemia, multas y varias vigilancias. Que esté abierto a finales de 2025 parece un milagro, pero aquí no hay obra de dios, es el trabajo y la ayuda de todos los que se implican en el proyecto de manera habitual: sirviendo, trabajando, programando, bebiendo en la barra -y no en la calle-, bailando, tocando y pinchando en la pista, montando actividades, colgando las exposiciones, cuidando los sofás, el descanso de las vecinas…», señala.
Camprubí ve en la supervivencia de la entidad un antídoto contra lo que llama «expatización de la ciudad«. «En los últimos meses hemos visto demasiados espacios que cerraban, porque no pueden hacer frente a las demandas económicas y a la invisibilización de sus necesidades por parte del sistema […] Pero podemos ponerle remedio a escala local y eso es justamente lo que necesita Meteoro», concluye la periodista.


