Este 5 de noviembre, hace escasos cinco días, ha abierto sus puertas un nuevo establecimiento en Barcelona, concretamente en el Arc de Triomf. Se trata de Suzaku, un maid cafe, una idea de negocio que ofrece a los visitantes una experiencia que combina la hospitalidad japonesa con un toque de fantasía cosplay. Sin embargo, sus responsables no han considerado oportuno ofrecer a sus clientes la carta en catalán, tal como establece el Código de Consumo, y la excusa que utilizan denota un menosprecio hacia la lengua: «El español es más universal en Barcelona».
El establecimiento ha dado esta respuesta a una persona que, a través de la cuenta de Instagram, ha preguntado a los responsables del negocio si atienden en catalán y si disponen de la carta en lengua catalana. La propiedad del bar admite que “no tenemos la carta en catalán” y manifiesta que aún es “muy provisional”. “Si necesitas que las camareras te atiendan en catalán pueden hacerlo perfectamente”, afirman desde Suzaku, ya que “todas saben catalán”. En cambio, en cuanto a la carta, los propietarios dejan claro que «preferimos ponerla en español, ya que en Barcelona es más universal”. “Hay mucha gente que no sabe hablar catalán y queremos incluirlos también», añaden.
La respuesta no ha satisfecho a la usuaria, que ha constatado que «se puede incluir sin excluir», y ha argumentado que «si no se pone la carta en catalán ni se atiende en catalán se excluye a los nativos de Cataluña y se da un mensaje muy feo (que el catalán puede eliminarse, que no pasa nada si no se quiere aprender la lengua oficial)». Con todo, deja claro que su intención no es atacar: «Me alegra mucho que atiendan en catalán y eso me anima a ir, ojalá cambien de parecer con la carta y se animen a tenerla también en catalán o una carta en cat-cas que es lo que muchos establecimientos tienen». «Al final, si no me equivoco, está recogido por ley que los catalanes tenemos derecho a ser atendidos oralmente y por escrito en catalán», concluye.
“Vuestra preferencia es irrelevante”
La respuesta del establecimiento ha provocado quejas por parte de otros usuarios, que han remarcado que el establecimiento puede preferir ponerla en el idioma que quieran, pero la ley establece que, como mínimo, debe tenerla en catalán. «Os lo puede explicar Plataforma per la Llengua», le recuerda un usuario. Otro subraya que esto está recogido en el Código de Consumo, y establece que «los clientes también tienen derecho a recibir en catalán la información escrita como la carta, los alérgenos, las facturas…» «Vuestra preferencia es irrelevante, en Cataluña existe una Política Lingüística que debéis cumplir, aunque sea para no tener que cerrar a base de multas. Aún estáis a tiempo de mejorar esta ‘carta provisional'», expone otra persona.
