Alstom ya no tiene ningún impedimento para presentarse a la licitación de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) para construir 39 trenes nuevos para la empresa metropolitana de transporte. La multinacional francesa no podía participar debido a que había sido incluida en la lista de Naciones Unidas por tener negocios en los territorios ocupados de Palestina, siguiendo las directrices aprobadas por el Ayuntamiento de Barcelona, que se basó en una enumeración de la ONU de 2023. A finales de septiembre, Naciones Unidas publicó un nuevo informe [ver aquí] y Alstom había sido eliminada. Alstom había impugnado la licitación ante el Tribunal Catalán de Contratos del Sector Público, pero en las últimas semanas ha solicitado el desistimiento del recurso y el tribunal lo ha aceptado. Se trata de un contrato millonario que tiene un presupuesto base de 321 millones de euros y está valorado en 385.
La retirada del recurso ha sido confirmada al TOT Barcelona por fuentes de Alstom, UGT en la empresa y TMB. Desde el sindicato, destacan que lo importante es que la problemática se ha solucionado y ya pueden presentarse a la licitación, abierta hasta diciembre. TMB apunta que sin el recurso, la licitación continúa adelante. De hecho, en ningún momento se ha detenido, y recuerda que las empresas interesadas pueden presentar sus ofertas hasta diciembre, un aspecto que también se corrobora desde el Ayuntamiento de Barcelona en la única valoración que hace del caso. En 2019, Alstom ya ganó el concurso más importante hasta entonces de la historia del metro para construir 42 trenes por 268 millones.

Una de las competidoras de Alstom que se podía presentar a la licitación era Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF), pero la empresa vasca fue incluida en el listado de Naciones Unidas de finales de septiembre y no podrá participar en la oferta pública de TMB para construir 39 trenes. Según TMB, CAF no ha presentado ningún recurso y ya no podrá hacerlo porque el plazo se ha agotado. En 2020, CAF fabricó una decena de convoyes para TMB.
El veto municipal a las empresas con negocios en los territorios ocupados de Palestina forma parte del acuerdo entre el gobierno de Jaume Collboni, Barcelona en Comú y ERC. En mayo pasado, el plenario del Ayuntamiento aprobó romper relaciones con Israel y el hermanamiento con Tel-Aviv, y el 6 de junio, una instrucción de la gerencia municipal indicaba que no se contrataría a ninguna de las 97 empresas que figuraban en el listado de Naciones Unidas que “operan ilegalmente” en los asentamientos ocupados de Palestina, incluido Jerusalén oriental, y «con actividades que vulneran los derechos humanos en el territorio palestino ocupado». El listado era de 2023 y menos de tres meses después, Naciones Unidas lo ha actualizado y ha dejado la instrucción del ejecutivo de Collboni, al menos en este caso, desfasada. TMB se vio obligada a incluir la instrucción municipal en la licitación porque la compra de trenes recibe financiamiento del Ayuntamiento a través de la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM).

Preocupación entre los sindicatos de Alstom
El hecho de que en un primer momento Alstom no pudiera participar en la licitación hacía peligrar que la fabricación de estos metros no se realizara en Catalunya. Alstom tiene la fábrica en Santa Perpètua de Mogoda (Vallès Occidental) en la que trabajan más de 1.000 empleados. A principios de septiembre, representantes de UGT y CCOO de Alstom se reunieron con el gobierno de Salvador Illa, y con otros grupos parlamentarios, y con el ejecutivo de Collboni y más formaciones políticas en el Ayuntamiento, y les expresaron su preocupación «por el futuro del empleo y la industria ferroviaria» en el país. Al mismo tiempo, los sindicatos avalaron que se prohíba la contratación por parte de las administraciones públicas de compañías que obtienen rédito económico de los territorios ocupados de Palestina. Pero también solicitaron que estas decisiones se tomaran con información rigurosa y actualizada.
Después de que se conociera que Naciones Unidas había eliminado a Alstom de su informe, el TOT habló con diferentes grupos municipales del consistorio. Desde ERC, la concejala Rosa Suriñach defendió la participación de Alstom en la licitación y exigió que los estados miembros de la ONU «pongan más esfuerzo y recursos para garantizar un buen seguimiento y estudio de cada una de las empresas que aparecen, para agilizar nuevas actualizaciones«. Desde Junts, su presidente en el Ayuntamiento, Jordi Martí Galbis, criticó la mala gestión que realizaron los responsables socialistas municipales y de TMB. «Tenían la responsabilidad de saber que la ONU renovaba el listado de empresas y, por tanto, podían haber ajustado el calendario. La política de boicots no lleva a ninguna parte y genera arbitrariedades que acaban perjudicando la industria del país y, sobre todo, cientos de puestos de trabajo en Catalunya». Y desde el PP, su presidente en el consistorio, Daniel Sirera, valoró la decisión del gobierno de Collboni como un «chapuza y una irresponsabilidad mayúscula». «Es una mezcla de sectarismo, incompetencia y frivolidad política… No se puede señalar a compañías internacionales sin contrastar la información».
22 trenes serán para el tramo central de la L9
TMB hizo público el 1 de agosto que abría la licitación para construir 39 trenes. Tal como explicó la primera teniente de alcaldía del Ayuntamiento de Barcelona y presidenta de TMB, Laia Bonet, 22 de estos trenes darán servicio al tramo central de la L9, cuando esté operativo, y otros 17 se incorporarán a líneas convencionales. Cuatro serán para la L1, tres para la L2, seis para la L3 y cuatro para la L4. La inversión se financiará a través de la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM), el consorcio que forman la Generalitat de Catalunya (51%), el Ayuntamiento de Barcelona (25%) y el Área Metropolitana de Barcelona (24%).


