El grupo municipal de ERC presentará en la comisión de Derechos Sociales de la próxima semana una proposición en la que pide introducir cambios en el plan de choque que el gobierno de Jaume Collboni anunció a principios de agosto para frenar «la degradación» del barrio de Sant Antoni, en el distrito de l’Eixample, denunciada por vecinos y comerciantes. Los republicanos quieren que se refuerce la atención social en el barrio y se cree una mesa de seguimiento con vecinos, ejes comerciales y personas implicadas del barrio de Sant Antoni, así como con miembros de los partidos de la oposición en el distrito, cuerpos policiales, Servicios Sociales y el servicio de atención social al sinhogarismo en el espacio público.
En declaraciones a TOT Barcelona, ERC dice que comparte «la preocupación» del vecindario de Sant Antoni «ante el aumento de situaciones de pobreza, desigualdad y sinhogarismo en el barrio», valora la concejala Eva Baró. «Los problemas y las preocupaciones del vecindario son comprensibles, pero también hay que hacer entender que el problema de base es social. Es evidente que estas realidades pueden generar percepciones de inseguridad, pero la respuesta debe ser social y no solo policial o de limpieza».

Tal como explicó TOT Barcelona a finales de julio, entidades del barrio enviaron una carta a los concejales de l’Eixample, Jordi Valls, y de Ciutat Vella, Albert Batlle, en la que les explicaban que Sant Antoni sufre una situación que va más allá de un problema de convivencia: «Es el reflejo de una pobreza estructural que desemboca en conductas incívicas y riesgos para todos». Equipamientos y entidades como el mercado de Sant Antoni, la Unión de Comerciantes SOM Sant Antoni, los Encants de Sant Antoni y la Fundación ONG Veí a Veí pidieron al Ayuntamiento la puesta en marcha de un plan que combinara medidas de seguridad y limpieza con políticas sociales que abordaran la pobreza que sufre parte de la población.
Ahora, la presidenta de SOM Sant Antoni, Lídia Núñez, dice que la gente sigue estando muy «tensa». El próximo 19 de septiembre, las entidades analizarán con el Ayuntamiento cómo está la situación de «la veintena de puntos quirúrgicos» que han transmitido al consistorio sobre los cuales hay que actuar con más urgencia, y ver si el problema se ha solucionado o es necesario introducir mejoras.
Algunas de las problemáticas
Entre los problemas detectados figuran el consumo de drogas en la vía pública, la presencia de vendedores ambulantes del llamado mercado de la miseria, incendios en las calles o en la entrada del metro de la L2, como el sucedido el pasado abril, y robos que llevan tiempo ocurriendo. Incluso, este agosto el presidente del PP en el Ayuntamiento, Daniel Sirera, denunció que le habían forzado la moto mientras visitaba el barrio. También se han producido agresiones, por ejemplo a una persona trans este julio, y una pelea en abril que terminó con un herido crítico. Y el número de personas sin hogar tampoco ha disminuido, con grupos de tres o cuatro en algunos puntos del barrio como en la avenida de Mistral.

El plan de choque se anunció en agosto
A principios de agosto, el gobierno de Collboni anunció un plan de choque que buscaba reforzar la limpieza, la seguridad y la intervención social. También pretendía encontrar soluciones inmediatas a los problemas del barrio y crear comunidad para mejorar la convivencia a largo plazo, lo cual no será fácil, reconoció el concejal de l’Eixample, Jordi Valls.
La presidenta de Som Sant Antoni subraya que la primera semana del plan se vio mucha presencia policial que bajó durante otras semanas del mes de agosto. Algunas de las situaciones denunciadas se han resuelto, como la venta ilegal de pescado, y el ruido nocturno en la zona pacificada de la ronda de Sant Antoni ha mejorado con agentes de la Guardia Urbana que están presentes de manera «permanente».
En todo caso, el mercado de la miseria, con productos sacados de los contenedores y robados, sigue instalado en la ronda de Sant Pau, y falta más atención por parte de los Servicios Sociales hacia las personas sin hogar. Núñez señala a cinco ciudadanos con problemas de salud mental que necesitan ayuda. Otra cuestión a resolver es el incivismo, con situaciones vinculadas al sinhogarismo, pero también muchas otras que incluyen el abandono de muebles en la calle cuando no toca, alimentar a las palomas «que terminan comiéndose los toldos de las tiendas» y la no recogida de excrementos por parte de algunos propietarios de perros. Las entidades también pedirán agentes cívicos que garanticen un uso adecuado de la parte pacificada de la ronda, con partidos de fútbol, que a veces se prolongan hasta la madrugada, que dificultan el paso y hacen mucho ruido.
Según el texto de ERC, al cual ha tenido acceso TOT, en estas más de cuatro semanas desde que el gobierno anunció el plan de mejora, los vecinos y vecinas manifiestan no haber visto «ningún cambio real». Por otro lado, los republicanos expresan sus «dudas» de «la visión social» del plan de Collboni. A su parecer, está más enfocado a la seguridad y a la limpieza. Baró opina que el plan municipal no se ha terminado de ejecutar del todo y añade que el Ayuntamiento no les ha informado de los detalles.
Enfocar en el consumo de drogas
ERC plantea una serie de medidas para mejorar el plan de choque que se someterán a votación en la comisión de Derechos Sociales del 16 de septiembre. Entre los aspectos que los republicanos quieren reforzar figuran una mayor presencia de educadores, «especialmente en aquellas calles y zonas donde hay más presencia de personas en situación de vulnerabilidad». Y aumentar los equipos del SASSEP (Atención Social al Sinhogarismo en el Espacio Público de Barcelona) y de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) en materia de consumo de drogas -uno de los problemas detectados en Sant Antoni- para reducir la presión en los Servicios Sociales básicos de la zona. La presidenta de SOM Sant Antoni ve con buenos ojos los planteamientos de ERC, pero critica el hecho de que haya drogadictos que se inyectan en la vía pública. «Esto nunca lo habíamos visto». Más allá de la atención social, Núñez pide también incidir en la limpieza del barrio y garantizar la seguridad y el civismo.

Recogida de jeringuillas y prevenir enfermedades
El grupo municipal que encabeza Elisenda Alamany también pide poner el foco en la recogida de jeringuillas y otros restos utilizados en el consumo de drogas «en zonas frecuentadas por niños y adolescentes, así como en puntos calientes» del territorio. Al mismo tiempo, creen que es necesario hacer una campaña de información sobre el programa PIX en Sant Antoni. Se trata del Programa de Intercambio de Jeringuillas (PIX) para prevenir la transmisión de enfermedades entre las personas drogodependientes.
Finalmente, ERC considera que el plan de choque debe ir acompañado de un trabajo conjunto con la red anti rumores de Barcelona para prevenir y evitar los «crecientes discursos de odio, discriminación y estigma y en algunos casos de racismo» hacia los colectivos vulnerables.