La subida de los precios de los alquileres de los locales comerciales o los efectos de la crisis derivada por la pandemia y la inflación han provocado el cierre de varios comercios tradicionales de Barcelona. En algunas ocasiones la causa también ha sido que cada vez hay menos personas jóvenes que quieran continuar con los negocios de propietarios que se jubilan. Muchos de estos establecimientos nos han acompañado toda la vida, pero en nuestros tiempos no se piensa tanto en aquellos bares o tiendas tradicionales, sino en los negocios que pueden pagar más y, en algunas ocasiones, suponen atracciones turísticas.
Una de las últimas pérdidas que se conoció es la de la tienda del distrito de Nou Barris Tot Muntanya especializada en productos de excursionismo y escalada. Tal como informó
El adiós del Dumbito
Unos días antes, el pasado 11 de marzo, al
En el distrito vecino de Sarrià-Sant Gervasi, concretamente en el corazón del barrio de Sarrià, cerró el pasado octubre lo Caffé San Marco, una cafetería emblemática que abrió las puertas hace casi 30 años y se consideraba uno de los mejores lugares de la ciudad donde tomar un cortado. Tal como informó el diario
El cierre de Non solo pizza
El pasado mas de febrero se despidió por siempre jamás otro establecimiento querido: el restaurante
El Forn Giraut abrió las puertas hace 140 en el barrio de Hostafrancs. La María Rosa, tercera generación al frente del negocio junto con su hermano Màrius, trabajaba desde hacía más de 50 años. El pasado 31 de diciembre vio como su persiana se bajaba para siempre. “Hemos cerrado porque con 68 años ya tengo edad de jubilarme y porque ninguno de mis hijos ni de los de mi hermano nos quieren coger el relevo”, relató la María Rosa al