Unas cuatrocientas personas, según el cuerpo de la Guardia Urbana, se han concentrado este martes por la tarde a la plaza de Universidad, en el centro de Barcelona, bajo el lema ‘Paramos el fascismo’. Una manifestación convocada por los habitantes de las casas ocupadas de la Bonanova, lo Kubo y la Ruina, que ha aglutinado otros miembros de colectivos como sindicatos de vivienda, la CNT o la CUP. Los manifestantes han ensartado por la ronda de Sant Antoni rodeados de un fuerte dispositivo policial que, según el Departamento de Interior, cumple el objetivo de garantizar el derecho a manifestación con seguridad y sin incidencias.
Durante esta manifestación, los asistentes han denunciado la «instrumentalización partidista» de fenómenos como la ocupación por parte de formaciones «populistas» que han realizado concentraciones ante las dos equipaciones ocupadas en la plaza de Bonanova. En un manifiesto que se ha leído durante el acto de este anochecer lamentan que se haga un problema de esta cuestión y no de sus «causas estructurales» como por ejemplo «la pobreza».
También critican que se aproveche esta cuestión por «crear una alarma social» y «proteger las oligarquías», incluso con las «empresas de ‘matones'», haciendo referencia a la empresa Desokupa que se concentró hace poco más de una semana ante la Ruina y que ha convocado otra manifestación esta semana. Durante la manifestación se han producido algunos destrozos en oficinas bancarias en su paso hacia la plaza España por la Gran Vía.
La Ruina a juicio
La convocatoria antifascista de esta tarde llega un día antes del día señalado en el calendario de la Ruina. Desde la cuenta oficial de la casa ocupada de la Bonanova publicaron la semana pasada un comunicado en el cual anunciaban la fecha del juicio: el próximo miércoles 24 de mayo. Es decir, mañana. Una fecha, pero, que como detallan en el comunicado ya hace tiempo que conocían. Así lo avisan en este mismo comunicado «no fuera caso que algún oportunista se atribuya el mérito», haciendo referencia a las fuerzas políticas que se han congregado estos días ante las equipaciones. Según explican, la propietaria de los dos edificios, la Sareb, es quien los ha denunciado y que “quiere desalojar los espacios de la Bonanova sin tener ningún plan para ellos”, es decir, que no tiene ninguna previsión de futuro para los edificios que los hayan podido conocer durante las conversaciones previas.
