Ernest Maragall acabará la campaña electoral marcando distancia con el candidato del PSC, Jaume Collboni. Hace cuatro años, una operación conjunta entre el PSC, Valls y los Comunes lo dejaron sin alcaldía y todavía hoy le recuerda este pacto al partido socialista. En el último debate cerró la puerta a pactar con Collboni después del 28M y hoy lo ha tildado de «delegado del Estado» en Barcelona, presentándolo como un títere de Moncloa: «Deje que su delegado [Collboni] se exprese, debata y se explique», ha espetado a Pedro Sánchez.
Maragall también lo ha acusado de querer una ciudad «arrodillada» y que busca una «besamanos» con estas elecciones. «Viene para tomar el control de la ciudad», ha dicho el jefe de filas de Esquerra en una rueda de prensa esta mañana a EFE. Con todo, ha dejado claro que «el 28-M le diremos que no aceptamos demostraciones de fuerza» y le ha pedido que «gobierne el Estado, abandone las subastas y respete un poco Barcelona».
Sitúa Trias como un «riesgo» para Barcelona
Por otro lado, Maragall ha declarado que no tiene ninguna «duda» que Xavier Trias quiere «resucitar» Convergencia, operación que considera que está marcha. «Es legítimo, pero es el que es», ha comentado. Trias ha hecho alusión en anteriores mítines, a su intención de tramar pactos, lo cual mucha gente dice, según Trias, que «es de Convergencia». Maragall le ha reprochado que cada vez hable menos de Barcelona y más de su antiguo partido, y ha aseverado que «forma parte de una operación interna que quiere resolver el debate de una formación, Junts. Mirad quién lo acompaña, quién va a los actos y con quienes aparece». Por todo ello, considera que Trias es un «riesgo» para la ciudad. Maragall, por cierto, también ha pedido el voto para vallar el paso a la extrema derecha.
